PLAZA REAL
PLAZA REAL Visto desde un tiempo futuro, que ahora es presente, parece una ensoñación. La felicidad no era más que una noche en Glaciar, (Plaza Real). Un combo improvisado de bohemios, eran unos chicos pijos norteamericanos, fuera de hora de los boy scouts, con una guitarra escacharrada. Tocaban con gran intención "losing my religion" (REM). Que alegría a cierto nivel de cogorza. Que recuerdo más imborrable...! Ah!... Y qué decir de la marcha de Sidecar. Era una atracción más de la plaza mágica. Una institución intergeneracional, es el Jamboree. Cuando más lo frecuentaba, tocaba el bajo Steve de Swart. Por cierto, como tocaba este señor, sencillamente era un gran espectáculo. Que JAZZ más visceral, que golpes a las cuerdas, más precisos y ensayados a conciencia. Que perfección, casi imperfecta y equilibrada. Pasado el "show" nocturno, siempre nos quedaba , el caminar Rambla hacia montaña, y devorar unos cruasan